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por Gangaji

Gangaji
Gangaji

Mi maestro contaba muchas historias didácticas. A veces hablaba de un león que había sido criado como un mono y que, gracias a otro león que le señaló su condición natural, despertaba a su verdadera naturaleza y rugía. Otras veces decía que el mejor lugar donde esconder cosas es el bolsillo del ladrón, y contaba la historia del rico mercader que podía confiar en que su diamante estaría seguro allí Y a menudo explicaba la historia llamada El tesoro escondido, que nos brinda un contexto para este libro. En El tesoro escondido, una humilde viuda y sus hijos, que vivían en la pobreza, descubren que siempre habían tenido un tesoro bajo sus pies.

Todas estas historias nos enseñan que no somos quienes creemos ser. Nuestra manera de definirnos no cuenta la verdad de quienes somos. Lo que pensamos que deberíamos tener ya está presente y, cuando creemos que nuestras vidas han perdido su valor, sigue estando allí; solo debemos saber dónde mirar.

Se te ofrece este libro para ayudarte a descubrir que nuestras historias individuales pueden señalar hacia eso que tenemos justo debajo de la nariz, aunque nos parece que está ausente. Cualquiera que sea nuestra historia particular, cada uno de nosotros tenemos la capacidad de descubrir la verdad de quienes somos.

El tesoro que creemos que tenemos que buscar fuera podemos hallarlo en nuestro propio ser. Y somos capaces de descubrir que, independientemente de cómo se ordenen y reordenen los sucesos de nuestras vidas, aquí —precisamente donde estamos— hay algo de verdadero valor.

Este libro muestra que nos mantenemos en la oscuridad y que podemos descubrir la luz sin que nada cambie en nuestra historia. La verdad es simple, pero las maneras de oscurecerla son complejas. Si podemos simplificar las complejidades de nuestro sufrimiento individual, ya estamos más cerca de la verdad. Pensamos que sufrimos de una manera única, y es posible que nuestras circunstancias sean únicas, pero las pautas son las mismas. Estamos bajo el hechizo de la ignorancia de maneras particulares y, al describirla, podemos disiparla.

Este libro te invita a contar tu historia en el marco del reconocimiento de la paz y de la realización que siempre están presentes en el núcleo de tu ser. El propósito de esta obra es ayudarte a ver lo que impide ese reconocimiento, la ropa que te has puesto para cubrir tu ser desnudo. Esa ropa está hecha de los recuerdos de sucesos pasados, tanto de tu pasado individual como de nuestro pasado colectivo.

Si eres como la mayoría de los seres humanos, tejes esas vestimentas en el presente mientras preparas tus guiones para el futuro. Si estás dispuesto a dejar de tejer durante un periodo de indagación profunda y sincera, podrás descubrir lo que las historias encubren. En este libro no se te pide que trasciendas la tuya. Podemos reconocer el poder, la belleza y el horror de nuestras historias particulares, y al mismo tiempo reconocer la necesidad de ver más allá de ellas para descubrir lo que vive en el núcleo. En nuestra larga historia humana ha habido grandes seres con biografías inspiradoras y asombrosas que revelan la victoria del autodescubrimiento. Lo que nos inspira de estos grandes seres es que sus vidas se orientaron hacia el sublime descubrimiento de la verdad eterna, y después reflejaron esa verdad. Este libro te invita a dejar que tu historia sea una contribución a la revelación universal del autodescubri-miento, expresado de una manera única como tú.

Esta invitación no es tan escandalosa como puede parecer inicialmente. Incluso los mayores santos y seres realizados tuvieron muchas cosas normales en su vida. Conocieron el dolor y el fracaso. Como nosotros, experimentaron la duda y los contratiempos. Cuando estamos dispuestos a reconocer lo ordinario en estas personas, aceptamos más plenamente la posibilidad de que nuestras propias vidas se orienten hacia el descubrimiento directo e interminable de nosotros mismos.

En este libro se te pide que veas lo que hay debajo y dentro de la historia. Hemos aprendido a presentarnos ante el mundo manteniéndonos bien tapados para protegernos y para engañar. Pero, independientemente de cómo nos presentemos a los demás, sufrimos si no somos conscientes de lo que es libre de nosotros. A medida que vas pelando las capas de tu propia historia, o que ves más allá de ellas, permaneces desnudo ante ti mismo, en conciencia silenciosa.

El pensamiento de estar desnudo ante ti mismo es posible que te atemorice. La mayoría de nosotros somos conscientes de que tenemos muchos fallos, y estar completamente desnudos trae consigo la posibilidad de descubrir todavía más. Hemos aprendido a encubrir hábil e inconscientemente lo que percibimos como nuestros defectos con capas y capas de historias. Nuestras imágenes internas y nuestras narraciones solo están hechas de imágenes y pensamientos, pero tienen un gran poder. Es posible que sepamos que son, al menos en parte, mentira, pero es muy probable que nos dé miedo descubrir lo que está tapado.

Somos diestros en preservar los hilos de nuestros guiones superpuestos y nos esforzamos por cubrir los agujeros y descosidos que la vida revela con persistencia. Este es un trabajo constante que requiere nuestra atención de día y de noche. En un instante, y aunque solo sea por un instante, podemos detenernos. Cuando nos cansamos de encubrir lo que tememos ser, podemos dejar de hacerlo. Cuando sentimos curiosidad por lo que es inmutable en medio del cambio constante, podemos dejar de prestar toda nuestra atención a lo cambiante. Cuando somos llamados a una vida que está más allá de nuestra imaginación, más allá de nuestra capacidad de construir, podemos dejar de construir nuestra vida. En ese momento descubrimos que cualquier pensamiento, con respecto a nosotros mismos solo es un hilo que contribuye a tejer una historia y que podemos soltar ese hilo. Al soltarlo, encontramos la fuerza para vernos desnudos. Nuestra atención puede volver al núcleo silencioso y consciente.

El núcleo silencioso y consciente está, naturalmente, desnudo de fenómenos, y está desnudamente presente en el núcleo de todo fenómeno. Solo nuestra distracción con los fenómenos —la ropa hecha de pensamientos, imágenes, impresiones sensoriales y recuerdos— mantiene nuestro núcleo tapado, impidiéndonos reconocerlo.

Al indagar en la historia de tu vida, puedes reconocer las capas de distracciones pasajeras que mantienen tu atención enredada. Cuando las reconoces, puedes recuperar tu atención. Puedes permitir que las distracciones se caigan, o puedes verlas y ver a través de ellas todo el camino a casa, al núcleo silencioso.

En la primera parte de este libro, presento mi propia historia personal e introduzco El tesoro escondido, la historia didáctica que a veces usaba mi maestro H. W. L. Poonja (Papaji). En la segunda parte, estas dos historias quedan deconstruidas, o desvestidas. Con ello me propongo ayudarte a examinar más profundamente tu propia historia de vida. Para lograrlo, la desvistes. Miras dentro de ella. Esta deconstrucción continua que se hace en este libro de mi propia historia y de la historia didáctica te ayuda a continuar deconstruyendo tu historia.

Cuando se reconoce la insustancialidad esencial de todo lo que el pensamiento ha tejido, el mecanismo encubridor queda expuesto. Estás desnudo. Puedes ver el núcleo de ti, no como otro objeto construido por el pensamiento, sino como el tesoro escondido que constituye la verdad de ti mismo. La conciencia silenciosa es la conciencia de uno mismo como sujeto eterno, como fuente eterna: el núcleo desnudo de tu historia; de mi historia; de la historia didáctica, y de toda la infinita y misteriosa variedad de las historias humanas.

Con este reconocimiento culmina la búsqueda de realización de toda una vida.

Fuente: Introducción al libro "EL TESORO ESCONDIDO" publicado por El Grano de Mostaza en 2012. Título original "Hidden Treasure: Uncovering the Truth in Your Life Story "
El libro lo podeis encontrar en la Llibreria Les Paraules o en su web haciendo clic aquí.

Un llibre transformador

Portada El poder del Ahora
Portada El poder del Ahora

¿Què volem dir quan afirmem d'un llibre que ens pot canviar la vida? En realitat, qualsevol lectura té el potencial de canviar-nos la vida; n'hi ha prou que arribe a la nostra vida en el moment just en què necessitem el missatge que aqueixa lectura tanca, o el que nosaltres veiem en ella. Encara així i malgrat el caràcter de reclam publicitari que ha adquirit aqueixa expressió, "El poder del Ahora" és un dels llibres que té més probabilitats de, si més no, afegir a la nostra concepció de l'existència alguna cosa nova i fer que ampliem el nostre enfocament mental.

"El poder del Ahora" va ser escrit per Eckhart Tolle, un home normal al que, de la nit al dia, li va succeir el que tots cerquem: va quedar il·luminat. Ell mateix ens explica, en "El poder del Ahora", com i quan va ser: en un moment difícil de la seua vida, en el qual estava passant per una profunda depressió. La il·luminació va succeir sense ell cercar-la, i li va canviar la vida. No hi ha cap secret: simplement, de sobte va ser capaç de veure's a si mateix com l'essència més enllà de la ment, de la raó, de l'anàlisi, de l'emoció; va ser capaç de veure's com a expressió eterna de la vida. Li va succeir el que tots els grans mestres del budisme, del zen, de la meditació… expressen: va deixar d'identificar-se amb la veu de la ment, amb els sentiments, amb l'ego, amb un nom o un país, amb unes idees, amb una realitat aparent i efímera, i es va adonar que tots som consciència. Eckhart Tolle va tenir la sort que a ell li succeïra; a la majoria de les persones no ens passa així, no accedim tot d'una a aqueixa veritat. Per açò, la gent que sí creu, creiem en aqueixa transcendència hem de, en la majoria dels casos, cercar-la de forma conscient i deliberada. I l'objectiu de Eckhart Tolle en "El poder del Ahora" és guiar-nos, ajudar-nos, mostrar-nos pistes sobre com podem aconseguir-ho.

Eckhart Tolle
Eckhart Tolle

Cal deixar clar que "El poder del Ahora" no és un llibre de conjurs màgics. Pot llegir-se com a llibre de filosofia budista o com a manual. La lectura és molt agraïda, ja que "El poder del Ahora" explica en termes molt senzills, molt directes i molt adaptats a la mentalitat occidental les mateixes coses que mestres il·luminats de tots els temps han dit. Aquesta és la seua gran basa: sense explicar gens que no s'haja explicat milers de vegades abans, fa que aqueix missatge etern siga molt accessible per al lector que s'acaba d'iniciar en aqueix tema.

Com el títol indica, "El poder del Ahora" ens explica que l'única forma d'entrar en contacte amb el nostre vertader jo, amb la nostra essència, i abolir les barreres que ens imposa la nostra ment, és viure el moment. I no es refereix al conegut "carpe diem" que s'estén un dia sencer, sinó a existir en aquest moment, ara, en aquest segon. Existir, i no convertir-nos en servents i esclaus de la nostra "cháchara" mental que ens porta constantment al passat o al futur, impedint-nos ser ací i ara. En altres paraules, ens mostra com meditar.

Naturalment, els qui més gaudiran de "El poder del ahora" seran els afins o ja predisposats a acceptar el missatge de Eckhart Tolle. El recomane especialment als qui cerquen una primera lectura en l'àmbit de les filosofies sobre la transcendència, doncs és un llibre que ve que ni pintat per a iniciar-se, aclarir alguns conceptes i, en resum, familiaritzar-se amb aquest camí. No obstant açò, poden beneficiar-se d'ell també persones que, àdhuc sent escèptiques, agraïsquen un nou enfocament sobre la vida i estiguen disposades a assajar tècniques per a viure la vida de forma més pausada i amb major seguretat en un mateix.

"El poder del Ahora" es llig fàcilment i Eckhart Tolle incideix una vegada i una altra en el mateix missatge, si bé utilitza diferents recursos i ens mostra camins diferents, però deixa clar que, tocant a la meditació, tots els camins porten a Roma i que, prenguem la senda que prenguem,  la que més ens agrade, acabarem en la mateixa fi: ser ara. O, com bellament ho va dir Jorge Guillén, el nostre poeta més misteriós i més budista:

Ser, nada más.

Y basta.

Es la absoluta dicha.

És impossible resumir en poques frases el que Eckhart Tolle ens ensenya en "El poder del Ahora". Així i tot, m'atrevisc a apuntar que una de les idees fonamentals del llibre radica en l'error que cometem tots quan ens identifiquem amb la nostra ment. Ella ens enganya, convencent-nos que som les etiquetes que des de xiquets hem metabolitzat: “Sóc llest/ximple, bonic/lleig, alt/baix… Sóc com el meu pare/mare/avi/àvia…”. Milers d'etiquetes que ens han adherit i que tant ens llastren, ¿veritat?. Elles conformen la nostra segona pell, la qual cosa cridem “la nostra identitat”: una espècie de crosta que portem sempre amb nosaltres. Però aqueixa crosta que ens condiciona, i de quina manera, pot i deu ser arrancada, quan descobreixes que tu no eres la teua ment.

Perquè ho comproves per tu mateix, et propose asseure't uns minuts, tancar els ulls i deixar que els pensaments vagen brollant. Deixa que sorgisquen en la teua ment un darrere l'altre, fins que en un determinat moment deixes de pensar i, no obstant açò, segueixes existint. I és que la nostra existència, encara que Descartes i la nostra ment pretenguen convèncer-nos en cas contrari, va molt més allà dels nostres pensaments. Tant de bo la lectura de "El poder del Ahora" t'ajude a desprendre't de la identitat que has anat adquirint des de xiquet i que, en realitat, és només un cúmul de pensaments que et condicionen massa, i quasi sempre per a mal.

On comprar "El poder del Ahora"

"El poder del Ahora" el pots adquirir en la web de la Llibreria Les Paraules seguint el següent enllaç:

Altres llibres de Eckhart Tolle que pots adquirir en la Llibreria Les Paraules:

Espejo Humeante

Espejo Humeante
Espejo Humeante

Hace tres mil años había un ser humano, igual que tú y que yo, que vivía en una ciudad rodeada de montañas. Estudiaba para aprender el conocimiento de sus ancestros, pero en su corazón sentía que debía haber algo más.

Un día, mientras dormía en una cueva, soñó que veía su propio cuerpo durmiendo. Salió a la noche de luna llena y vio miles de estrellas. Entonces algo sucedió en su interior que transformó su vida: se miró las manos, sintió su propio cuerpo y oyó su propia voz que decía: “Estoy hecho de luz, estoy hecho de estrellas… Todo está hecho de luz y el espacio de en medio no está vacío” … Y llegó a la conclusión de que la percepción humana es sólo luz que percibe luz. También se dio cuenta de que la materia es un espejo, y el Sueño en que vivimos es tan sólo como un humo que nos impide ver realmente lo que somos. “Lo que realmente somos es puro amor, pura luz”.

Se vio a si mismo en todas las cosas: en cada ser humano, en cada animal, en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en las nubes, en la tierra…

Intentó describirlo a los demás, pero no le entendían. Comprobaron que ya no emitía juicios sobre nadie. Ya no se parecía a nadie. Vieron que sus ojos y su voz se habían vuelto más bellos.

Creyeron que era una encarnación de Dios; él sonrió y dijo: “Es cierto, soy Dios. Pero vosotros también lo sois. Todos somos iguales. Somos imágenes de luz, somos Dios.”

Descubrió que era un espejo para los demás en el que podía verse a sí mismo. “Cada uno es un espejo” dijo. El se veía en todos, pero los demás no podían verse a ellos mismos porque había un muro de niebla o humo entre los espejos. Esa niebla estaba hecha de la interpretación de las imágenes de luz: el Sueño de los seres humanos.

Entonces, para recordar todas sus visiones, decidió llamarse Espejo Humeante. Así recordaría siempre que la materia es un espejo y que el humo que hay en medio es lo que nos impide saber qué somos.

Aquesta és la història amb la qual don Miguel Ruiz comença "Los Cuatro Acuerdos", un llibre de saviesa tolteca amb gran repercussió i que és alhora senzill, profund i totalment aplicable a la vida diària.

Portada Los Cuatro Acuerdos
Portada Los Cuatro Acuerdos

“Quiero que olvides todo lo que has aprendido en tu vida”, diu don Miguel Ruiz al final de "Los Cuatro Acuerdos".
Per què oblidar tot l'après?…
Perquè és com aqueixa boira, aqueix somni que ell flama: el somni de la domesticació. Realment eres tu quan actues en molts aspectes de la teua vida? O eres el teu propi personatge?.

EL SOMNI DEL PLANETA

Segons "Los Cuatro Acuerdos", el Somni del planeta és un somni col·lectiu fet de milions de somnis personals, que creen un somni d'una família, d'una comunitat, d'una ciutat, d'un país, i finalment un somni de tota la humanitat.

El Somni del planeta inclou totes les regles de la societat, les seues creences, les seues lleis i les seues religions, les seues cultures, els seus governs… I així ens anem adaptant a una forma de viure ja prèviament acordada des de generacions.
Vam aprendre una realitat, una espècie de somni, però en realitat no ho vam escollir. De xiquets no vam tenir l'oportunitat d'escollir les nostres creences, i vam crear finalment un acord amb nosaltres mateixos per a ser acceptats. En el procés de domesticació, el resultat de tot açò és que acabem sent algú que no érem i perdem totes les nostres tendències naturals.

EL NOSTRE SOMNI PERSONAL

En el Somni del planeta, sembla que a les persones els resulta normal patir, viure amb por i envoltar-se de drames emocionals. Però… Fins a quin punt és açò normal? D'on procedeix, quins feixos tu personalment amb açò?.

Igualment, vivim en un món governat per la por. Veiem ira, sofriment, injustícies en diferents nivells.

A nivell emocional, sentim també odi, ira o enveja. Don Miguel Ruiz ho crida el somni de l'infern, perquè és com un foc que crema en el nostre interior i amb el qual ens hem castigat nosaltres mateixos.

Al final, la nostra major por no és la mort: la nostra major por és el d'arriscar-nos a viure i expressar el que realment som.

Cadascun de nosaltres tenim un somni personal i moltes vegades està dirigit per la por. No obstant açò, no té per què ser així. Podem tenir un somni diferent.

També, cadascun a la nostra manera, cerquem la veritat i la bellesa. I açò és així perquè el que està emmagatzemat en la nostra ment sabem en el fons que és mentida. No és la nostra essència. Cerquem la justícia perquè en el sistema de creences que tenim no existeix. I cerquem i cerquem… quan tot està en nosaltres!.
No cal trobar cap veritat, tot el que veiem és la veritat però no sabem veure-la.

EL MITOTE

Vivim enmig del que els toltecas van cridar el "mitote": tots els nostres conceptes mentals del que som, del que són els altres i del que és el món.

Has establit finalment milers d'acords amb tu mateix i amb la teua vida, el problema és quan aqueixos acords et fan patir.

Si vols viure amb satisfacció, has de trencar aqueixos acords que es basen en la por i viure segons el teu propi poder personal.

Si eres capaç de reconèixer que la teua vida està governada pels teus acords, i hi ha alguna cosa que no t'agrada, és el moment de canviar aqueixos acords.

Hi ha Quatre Acords molt poderosos que t'ajudaran a trencar aquells altres que sorgeixen de la por i et deixen sense energia.

Cada vegada que trenques un acord desfasat, el poder que vas utilitzar per a crear-ho torna a tu.

I si els adoptes, aquests quatre acords crearan el poder personal perquè canvies tot el teu antic sistema…

Llavors, en comptes de viure el somni de l'infern, podràs crear el teu somni personal del cel.

Els Quatre Acords són:

– SIGUES IMPECABLE AMB LES TEUES PARAULES.
– NO ET PRENGUES RES PERSONALMENT.
– NO FACES SUPOSICIONS.
– FES SEMPRE EL MÀXIM QUE PUGUES.

Necessites una gran voluntat per a adoptar-los, però si pots començar a viure amb ells, la teua vida s'anirà transformant.

On trobar-lo?

Si estàs interessat en aquest llibre ho podràs aconseguir seguint aquest enllaç:

-Los Cuatro Acuerdos (Edición rústica)

-Los Cuatro Acuerdos (Edició 15 Aniversario)

El observador y lo observado, por J. Krishnamurti

J. Krishnamurti
J. Krishnamurti

Por favor, continúe conmigo un poco más. Puede que este asunto sea algo complejo, algo sutil; pero, por favor, continúe examinándolo.

Cuando yo creo una imagen de usted o de alguna otra cosa, puedo observar esa imagen; por tanto, está la imagen y el observador de ella. Digamos que veo a alguien con una camisa roja, y mi reacción inmediata es que me gusta o que no me gusta. El que me guste, o no, es resultado de mi cultura, mi preparación, mis asociaciones, mis inclinaciones, mis características adquiridas o heredadas. Es desde este centro desde donde observo y juzgo, por lo cual el observador está separado de lo observado.

Pero el observador se da cuenta de más de una imagen; él crea miles de imágenes. Sin embargo, ¿es el observador diferente de esas imágenes? ¿No es él simplemente otra imagen? Siempre está añadiendo o quitando algo de lo que es él. Es algo vivo que continuamente está sopesando, comparando, juzgando, modificando y cambiando como resultado de presiones, tanto de afuera como de su interior; vive en el campo de la consciencia, que es su conocimiento, influencias e innumerables conjeturas.

El observador
El observador

Al mismo tiempo, cuando usted observa al observador, que es usted mismo, ve que está hecho de recuerdos, experiencias, accidentes, influencias, tradiciones y de una infinita variedad de sufrimientos, todo lo cual es el pasado. Así, el observador es ambas cosas: el pasado y el presente, y el mañana que está por llegar, es también parte de él mismo. Está medio vivo y medio muerto, y con esta vida y esta muerte está observando, con la hoja viva y muerta. Y en ese estado mental que está dentro del campo del tiempo, usted (el observador) observa el temor, los celos, la guerra, la familia (esa horrible entidad encerrada en sí misma, que se llama familia) y trata de resolver el problema de lo observado que es el reto, lo nuevo. Usted está siempre interpretando lo nuevo en función de lo viejo y por ese motivo se halla en continuo conflicto.

Una imagen, el observador, observa docenas de otras imágenes a su alrededor y dentro de sí mismo, y dice: "Me gusta esta imagen, la conservaré", o "no me gusta esa imagen, la desecharé". Pero el observador mismo está compuesto de las varias imágenes que han surgido como reacción a otras diversas imágenes. Y así llegamos a un punto en que podemos decir: "El observador es también la imagen, sólo que se ha separado de ella y observa". Este observador nacido de otras imágenes diversas se considera permanente y hay una división, un intervalo de tiempo, entre él y las imágenes que ha creado. De aquí surge el conflicto entre él y las imágenes que, según cree, son la causa de sus dificultades. Entonces dice: "Debo deshacerme de este conflicto", pero el mismo deseo de desembarazarse del conflicto crea otra imagen.

La percepción de este hecho, que es la verdadera meditación, ha revelado la existencia de una imagen central, compuesta de todas las otras imágenes, y esta imagen central, el observador, es el censor, el experimentador, el evaluador, el juez que quiere conquistar o subyugar las otras imágenes o destruirlas por completo. Las otras imágenes son el resultado de los juicios, opiniones y conclusiones del observador, y este es el resultado de todas las otras imágenes; por tanto, el observador es lo observado.

Así pues, la percepción ha revelado los diferentes estados mentales; ha revelado las diversas imágenes y la contradicción entre ellas; ha puesto de manifiesto el conflicto resultante y la desesperación de no poder hacer nada, y también los diversos intentos por escapar de él. Todo ello se ha revelado por una cautelosa y titubeante percepción y luego viene la percepción de que el observador es lo observado. No es una entidad superior la que llega a darse cuenta de esto; no es el "yo superior" (la entidad superior, el "yo superior", son simples invenciones, que son también imágenes); es el propio estado de percepción el que había revelado que el observador es lo observado.

Si usted se hace una pregunta, ¿quién es la entidad que va a recibir la respuesta? ¿Quién es la entidad que va a investigar? Si la entidad es parte de la consciencia, parte del pensamiento, entonces es incapaz de descubrirlo. Lo único que puede descubrirlo es un estado de percepción. Pero si en ese estado sigue habiendo una entidad, que dice: "Debo darme cuenta, debo practicar para estar alerta", esa es también otra imagen.

El darse cuenta de que el observador es lo observado no es un proceso de identificación con lo observado. Identificarnos con alguna cosa es bastante fácil. La mayoría de nosotros nos identificamos con algo ―con nuestra familia, nuestro esposo o esposa, nuestra nación―, y eso causa gran sufrimiento y grandes guerras. Estamos examinando algo distinto por completo, y debemos comprenderlo no verbalmente, sino dentro de nuestro corazón, en lo más profundo de nuestro ser. En la antigua China, antes de que un artista empezara a pintar cualquier cosa ―un árbol, por ejemplo― se sentaba frente a él durante días, meses, años, no importaba cuánto tiempo, hasta que él era el árbol. No se identificaba con el árbol sino que era el árbol. Esto significa que no había espacio entre él y el árbol, ningún espacio entre el observador y lo observado; no había experimentador percibiendo la belleza, el movimiento, las sombras, la extensión de una hoja, la cualidad del color. Él era totalmente el árbol, y sólo en ese estado podía pintar.

Cualquier movimiento por parte del observador, si no se ha dado cuenta de que el observador es lo observado, crea solamente otra serie de imágenes, y de nuevo se ve atrapado en ellas. Pero ¿qué ocurre cuando el observador se da cuenta de que el observador es lo observado? Vaya despacio, muy lentamente, porque ahora tratamos de penetrar en algo muy complejo. ¿Qué ocurre? Que el observador no actúa en absoluto. El observador ha dicho siempre: "Debo hacer algo con estas imágenes, debo suprimirlas o darles una forma diferente". Siempre está activo respecto de lo observado, actuando o reaccionando de manera apasionada o despreocupada, y esta acción de agrado o desagrado la llaman acción positiva. "Me gusta; por tanto, debo conservarla. Me disgusta; por tanto, debo desecharla". Pero cuando el observador se da cuenta de que la cosa con respecto a la cual está actuando es él mismo, entonces ya no hay conflicto entre él y la imagen. Él es eso. No están separados. Cuando había separación entre ambos, actuaba o trataba de actuar, de hacer algo, pero cuando el observador se da cuenta de que él es eso, ya no hay agrado ni desagrado, y el conflicto cesa.

¿Para qué actuar? Si algo es usted mismo, ¿qué puede hacer? No puede rebelarse, ni huir, ni siquiera aceptarlo. Está ahí. Por tanto, termina toda acción que sea consecuencia de reacción al agrado o desagrado.

Entonces descubrirá que hay una percepción que se ha vuelto tremendamente viva. No está sujeta a nada esencial ni a ninguna imagen, y de la intensidad de esa percepción surge una cualidad diferente de atención y, por tanto, la mente ―por ser ella esa percepción― se ha vuelto extraordinariamente sensible e inteligente en grado sumo.

Fuente: Text tret del llibre "Liberese del pasado" de J. Krishnamurti. Publicat en castellà per Gaia ediciones al 2013. Títol original:"Freedom from the know"

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