Amor universal

Hay veces que la vida cotidiana, los aspectos temporales de esto que llamamos realidad, consiguen sacarme de mi centro rompiendo mi paz. En esos momentos busco mi centro y mis referencias en la lectura de textos advaitas. Uno de mis autores preferidos es Jeff Foster por su poesia, por la lírica que pone en sus descripciones. Y entre sus libros tengo una inclinación especial por “Enamórate del lugar en que estás”. Lo suelo abrir al azar cualquier texto suyo me suele ser útil.
Hoy en un momento de zozobras y dudas, de desorientación y, con un sentimiento de derrota. Abro el mencionado libro en el capítulo de marzo y dice así:

Ya que todo es una ilusión,
perfecto al ser lo que es
y al no tener nada que ver
con lo bueno o con lo malo
con la aceptación o con el rechazo
¡Uno podría muy bien echarse a reír!
Longchenpa

Amor Universal

Antes de nacer,
antes de cumplir cinco años,
cuarenta y nueve años y ochenta y cuatro años,
antes de morir,
antes de ser estudiante, antes de ser maestro,
antes de ser un artista o tendero,
antes de ser doctor, monje, sacerdote,
científico, granjero o buscador espiritual,
antes de ser cristiano o budista,
antes de ser bueno o malo,
antes de estar en lo cierto o estar equivocado,
antes de tener éxito o de caer en el fracaso,
antes de ser un iluminado o no serlo,
antes de ser hombre o mujer,
antes de ser este cuerpo o ser otro,
antes de ser nadie
antes de ser “aquel que conoces”
antes de ser “aquel que no conoces”
antes de ser esto o aquello,
antes de ser algo,
antes de ser cualquier cosa,
soy.

Soy esta no cosa que permite todas las cosas,
este espacio totalmente abierto,
ilimitado, inabarcable,
en que cada pensamiento, sensación, sentimiento
se eleva y se hunde,
como olas del océano,
siempre presente,
inmutable.

Soy la vida misma.
Soy este misterio;
lo que se crea y lo que se destruye.

Soy como un aguacero en la inmensidad.

Nazco. Lo absoluto es relativo. El tiempo. El espacio. La expansión. La contracción. Inspiro y espiro. Succiono el pecho de mi madre. Tengo cinco años, cuarenta y nueve años, ochenta y cuatro años. Crezco y aprendo. Soy estudiante, profesor, artista, bailarín, tendero, doctor, místico, monje, sacerdote, agricultor, científico, aventurero, asesino y ladrón. Soy un hombre. Soy una mujer. Soy gay, heterosexual, negro, blanco, rico y pobre, amado y no amado.

Soy cada madre, cada padre, cada hijo, cada hija. Soy cada esclavo en la antigua Roma. Soy cada niño de las calles de Calcuta. Soy cada sol que muere y el nacimiento de cada estrella.

No puedo ser algo sin ser nada en absoluto.
No puedo ser nada sin ser todo lo que hay.

Esto es la crucifixión y la resurrección.
Esto es un amor más allá de la comprensión.
Esto es el latido del cosmos.

Yo soy Eso.

Bello. Después de su lectura a mi me ha devuelto a mi centro, a la paz anhelada, y ha puesto las circunstancias en el lugar que les corresponde. Transcribo estas líneas esperando que os sean tan útiles como a mí.

Hasta pronto.

Fuente: Libro Enamórate del lugar en que estás de Jeff Foster