Llamadme por mis verdaderos nombres
No digáis que partiré mañana,
pues aún estoy llegando.Mirad profundamente;
estoy llegando a cada instante,
para ser brote de primavera en una rama,
para ser pajarillo de alas aún frágiles,
que aprendo a cantar en mi nuevo nido,
para ser mariposa en el corazón de una flor,
para ser joya oculta en una piedra.Aún estoy llegando
para reír y para llorar,
para temer y para esperar.El ritmo de mi corazón
es el nacimiento y la muerte
de todo lo que vive.Soy un insecto
que se metamorfosea
en la superficie del río.Y soy el pájaro
que se precipita para tragarlo.Soy una rana
que nada feliz
en las aguas claras del estanque.Y soy la serpiente acuática
que sigilosamente
se alimenta de la rana.Soy el niño de Uganda,
todo piel y huesos,
mis piernas tan delgadas
como cañas de bambú.Y soy el comerciante de armas
que vende armas letales a Uganda.Soy la niña de doce años,
refugiada en una pequeña embarcación,
que se arroja al océano
tras haber sido violada por un pirata.Y soy el pirata,
cuyo corazón es aún incapaz
de ver y de amar.Soy un miembro del Politburó
con todo el poder en mis manos.Y soy el hombre que ha pagado
su “deuda de sangre” a mi pueblo
muriendo lentamente
en un campo de concentración.Mi alegría es como la primavera,
tan cálida que hace florecer
las flores de la Tierra entera…Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan vasto que llena
los cuatro océanos.Llamadme por mis verdaderos nombres,
os lo ruego
para poder despertar
y que la puerta de mi corazón
pueda quedar abierta,
la puerta de la compasión.
Thich Nhat Hahn (Monjo budista, escriptor, poeta i activista per la pau.)Publicat en el llibre “Llamadme por mis verdaderos nombres”. Editorial La Llave. 2016
Aquest poema va ser escrit en 1978, durant l’época d’ajuda als “boat people”. Fou llegit per primera vegada en un retir dut a terme en el Centre Kosmos d’Àmsterdam.
La sublim poesia de la compassió
Quan la poesia barreja una austera bellesa i el sentiment més transcendental es converteix en sublim. Cada vegada que rellig aquest poema del gran Mestre (i gran poeta) budista Thich Nhat Hanh no puc menys que emocionar-me fins al fons de l’esperit. Per la forma, però sobretot pel contingut.
L’autor resumeix en aquest esplèndid poema el que el budisme denomina la visió clara. Una percepció del món en la qual han desaparegut les barreres imposada pel jo-ego. Una percepció on se sent un integrat amb totes les formes de vida: la de la víctima… i la del botxí. Una apreciació plena d’amor, que expandeix les fronteres, que abasta amb la seua lúcida mirada un cercle molt més extens, sense límits. La compassió fruit d’una mirada desperta.